Seguimos aprendiendo y preparándonos para el periodo de adaptación al cole de los más pequeños de la casa.
Hoy te dejamos 10 consejos prácticos para que comiences de hoy a preparar el regreso al cole de los niños.
Estos 10 consejos están enfocados en niños pequeños, continuaremos en otro vídeo con consejos para los más mayores.
Resumen del vídeo
Como hemos hablado anteriormente, la adaptación al cole es un proceso complicado para los niños. Es un viaje desde el hogar hacia el mundo exterior lleno de incomodidad y estrés. Los padres podemos hacerles el camino más fácil, pero no podemos apartarles de ese camino. Por ello, la doctora Lina Columba hoy nos trae 10 tips para facilitar al niño la adaptación al colegio:
Trabajar las expectativas
Debemos de mantener los pies en el suelo. Por mucho que preparemos a nuestro hijo física y psicológicamente, por mucho que busquemos el colegio con mejores métodos educativos, siempre va a suponer un proceso de cambio para el niño, con su consecuente carga psicológica.
Los niños lo van a pasar mal en este proceso hagamos lo que hagamos. Por ello, tener en cuenta que nuestro papel primigenio es el de acompañarles.
Mínimo de cambios en la vida del niño
A menos que cambios bruscos sean necesarios, evitar hacer cambios en la vida del niño. Como bien puede ser una mudanza, estos cambios en la vida del niño pueden ser una importante fuente de estrés, adicional a la que ya va implícita en la adaptación al colegio.
Lo recomendable es que el niño gestione los cambios de uno en uno. De modo que si vamos a hacer algún cambio en el núcleo familiar lo demoremos hasta que el niño se encuentre en una situación más estable.
Pasear por el colegio, enseñar fotos, …
El niño no puede zambullirse de cabeza en la piscina. Tiene que ir asimilando lentamente los cambios. Una forma de hacerlo progresivo es dar paseos por lo que va a ser su colegio o bien enseñarle fotos de sus compañeros y de sus maestros.
Al niño le tranquilizará tener rostros conocidos o que la zona le sea familiar. La clave es minimizar la cantidad de estímulos novedosos con los que se va a encontrar un ser que no está acostumbrado a grandes cambios en su paradigma.
Periodo de adaptación pensando en los niños
Muchos padres tienden a interiorizar el estrés que les produce a los niños esta situación. Esto degenera en que los padres acaban sintiendo más que los niños, desconectándose de ellos.
Este es el proceso de los niños y no debemos olvidarlo. Somos los acompañantes, y nada más de los niños, por lo que ellos son los protagonistas de este periodo.
Conocer y dibujar la rutina del cole
La rutina tiene la función de organizar nuestras inquietas mentes. Esto también se aplica en los niños. Estos deben de adaptarse a una rutina diaria, a unos horarios y a unas pautas. Es la manera más directa de que interioricen esta situación y se hagan conscientes del proceso que están abordando.
Confianza en los maestros y en los niños
Debemos de depositar confianza en los maestros del colegio, en los expertos en educación que tanto tienen que ofrecerles a nuestros hijos. Del mismo modo, debemos de mostrar esta confianza a los niños. Acompañando a los niños al colegio, hablando con los maestros, que el niño note que os lleváis bien, que hay confianza entre vosotros facilitará el que ellos pueden establecer relaciones de confianza, no sólo con estos maestros, sino con otros niños.
Validar las emociones de los niños
Aunque estén dando pasos hacia ello, no podemos tratar a los niños como adultos ya hechos. No podemos razonar con ellos como lo haríamos con cualquier otra persona. No están aún preparados para este trato.
Este es el proceso del niño, va a generar estrés en el niño, por ello debemos de comprender al niño, validar sus emociones, decirles «Entiendo que se sientas así». El niño está experimentando cosas nuevas que aún ni siquiera sabe expresar. Lo importante es saber escuchar al niño y hacer que sus emociones se vean respaldadas por sus figuras maternales y paternales.
Oportunidad de trabajar la autoregulación
Se trata de un proceso de adaptación, pero no porque estrese a nuestro niño debemos de demonizarlo. Se trata de una gran oportunidad para que nuestros hijos tengan su primer contacto con las reglas de la sociedad y aprendan a daptarse a la situación que les incumbe.
Es una ocasión estupenda para que se desarrollen en el ámbito académico, social y comportamental. Todo en un mismo lugar. Lo que aprendan aquí y gestionen bien aquí les será de suma utilidad a lo largo de su vida y les proveerá de herramientas para manejarse correctamente con el resto del mundo.
Dedicarles unas horas a la tarde
Los niños van a pasar muchas horas fuera, rodeados de gente ajena a su núcleo familiar. Estas nuevas experiencias a las que se van a someter no significan, para nada, que debamos soltarlos. A modo de compensación, de premio, asegurémonos de dedicarles tiempo de calidad por las tardes.
Apaguemos los móviles, apartemos cualquier cosa que tengamos que hacer y dediquémonos plenamente a nuestros hijos, a preguntarles cómo están, a comprender sus emociones y, sobre todo, a darles cariño.
Llevar objetos de casa, traer objetos del cole
Por último, podemos desplazar la zona de confort y de disconfort de manera que sean más transitables entre ellas para el niño. Una muy buena forma es dejando que se lleven al colegio algún objeto de casa, como puede ser un muñeco con el que duermen o algún juguete al que le tengan mucho aprecio.
No debe de ser algo de mucho valor, pero sí algo a lo que le tengan mucho cariño, que les de seguridad para estar en un lugar desconocido. Esto les puede hacer sentir mucho más cómodos al no sentirse tan alejados de su casa, de sus seres queridos.
Así, implementando estos sencillos trucos, podemos hacer que una fase tan dura se convierta en un dechado de oportunidades para que nuestros hijos adquieran herramientas que les granjearán oportunidades de por vida.