En los días anteriores hemos hablado mucho de la atención y cómo la entrenamos con la práctica del mindfulness. Pero me he dado cuenta que no hemos clarificado a qué nos referimos con “Mindfulness”. En este video te hablaré de lo que entendemos como “estado” mindful y “práctica” de mindfulness.
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Con esto podremos entender con más claridad cuando escuchamos del mindfulness. También podremos entender mejor lo que trabajamos en los distintos videos donde estamos trabajando con ustedes el mindfulness.
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Recuerda, en los momentos difíciles nuestra mente TIENE QUE SER NUESTRA ALIADA, no nuestra enemiga.
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Aquí tienes el video para la practica corta de mindfulness en el sonido.
https://www.youtube.com/watch?v=xDX9TY8nmlg&t=1s
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Resumen del vídeo
A lo largo y ancho de este blog, de los vídeos y artículos que lo integran, hemos tratado mucho sobre el tema del mindfulness. Sin embargo, hoy en día es muy fácil confundir el mindfulness con cualquier otra terapia o práctica arcaica.
Por ello, hoy el Doctor Paul Pozuelos viene a esclarecernos un poco lo que realmente constituye esta maravillosa práctica.
El estado mental
El mindfulness debemos entenderlo como un estado mental. Un estado mental es la forma que yo tengo de relacionarme con las cosas. Con mi familia, con mis vecinos, con mi ropa, con las animales que veo a lo largo del día. Este concepto es muy importante.
Cuando estamos cansados o cuando estamos alerta, nuestro estado mental está alterado, demasiado pendiente de lo que sucede y demasiado susceptible a los estímulos, lo que a día de hoy, llevado a último término, los arrastra al estrés y la ansiedad.
Saber llevar un estado mental apropiado a cada situación, concediéndole a las cosas la importancia que merecen, sin minusvalorar ni glorificar; es el estado mental que busca la práctica del mindfulness. Esto es lo primero que debemos de tener claro a la hora de introducirnos en esta experiencia.
La consciencia que emerge
Esta práctica es definida por el Doctor Kabat-Zinn, fundador del movimiento mindfulness como:
«La consciencia que emerge a través de prestar atención a propósito, en el momento presente y sin juzgar a la experiencia que se desarrolla momento a momento».
– Kabat-Zinn, 2003
Así, la consciencia es la forma en la que experimentamos la realidad. Siempre somos conscientes de alguna manera, solo que en mayor o menor medida. Nuestra manera de experimentar la realidad que nos rodea puede verse disgregada por diversos motivos: sobrestimulación, alteración de la percepción, enagenación, …
Pero, sin duda, el mayor motivo que distorsiona nuestra manera de experimentar la realidad es nuestro diálogo interno. Estamos criados y acostumbrado a valorar las cosas que nos rodean y nos suceden de forma maniquea. Juzgamos. Juzgamos lo que nos rodea como bueno o mal para nosotros.
Eso origina que tengamos consciencia de las como beneficiosas o perjudiciales para nosotros, y por ello reaccionamos en consecuencia. Nos cerramos a lo que consideramos malo y atraemos a lo que vemos bueno, aunque sea tan sólo a corto plazo.
Observación sin pasión
Así, el fin último del mindfulness es lograr un estado de observación, de atención plena, sin juzgar a las cosas con bondad o maldad. Abriéndonos a todas las sensaciones y a todas las experiencias y atreviéndonos a escucharlas, a sentirlas con todo aquello que tienen que enseñarnos.
El midfulness es poder sentir el calor y el frío por igual, sin rechazar ninguna y valorando ambas, deleitándonos con todo lo que ofrecen estas sensaciones.
Y ojo, este estado de observación no es nada fácil. Estamos acostumbrados a juzgar y a buscar únicamente el placer. Por ello, esta práctica busca entrenar a nuestra mente para que, progresivamente, adquiramos esta capacidad de estar en el momento presente, de ejercer una observación sin pasiones algunas que turben nuestra manera de ver el mundo tal como es.
La práctica
El Doctor Paul Pozuelos termina el vídeo invitándonos a realizar un breve ejercicio en el cual, esta vez, vamos a probar a utilizar nuestra respiración como ancla que nos ata al momento presente.
El mindfulness es en último término, un entrenamiento mental. Por lo que es mucho más importante dedicarle unos minutos cada día a realizar intensivas prácticas.
¿A qué esperas entonces?
